La escala Likert es una de las herramientas psicométricas más fundamentales y de uso frecuente en la investigación educativa y de las ciencias sociales. Simultáneamente, también está sujeto a muchos debates y controversias con respecto al análisis e inclusión de puntos en la escala.
Originalmente se diseñó la escala Likert para medir la "actitud" de manera científicamente aceptada y validada en 1932. Una actitud puede definirse como formas preferenciales de comportarse/reaccionar en una circunstancia específica enraizada en una organización relativamente duradera de creencias e ideas (en torno a un objeto, un sujeto o un concepto) adquiridas a través de interacciones sociales.
Esto queda claro a partir de este discurso mencionado anteriormente que el pensamiento (cognición), el sentimiento (afectivo) y la acción (psicomotor), todos juntos en varias combinaciones/permutación, constituyen la entrega de actitud en una condición específica. La cuestión es cómo cuantificar estos pensamientos, sentimientos y acciones preferenciales subjetivos de una manera validada y confiable: una ayuda es ofrecida por la escala Likert.
La escala Likert original es un conjunto de declaraciones (elementos) ofrecidas para una situación real o hipotética en estudio. Se pide a los participantes que muestren su nivel de acuerdo (desde totalmente en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo) con la declaración (elementos) dada en una escala métrica. Aquí todas las declaraciones en combinación revelan la dimensión específica de la actitud hacia el tema, por lo tanto, necesariamente interrelacionadas entre sí.
Asimismo, la construcción de la escala Likert se basa en el objetivo de la investigación. A veces, el propósito de la investigación es comprender las opiniones/percepciones de los participantes relacionadas con la variable "latente" única (fenómeno de interés). Esta variable "latente" se expresa mediante varios elementos "manifestados" en el cuestionario. Estos elementos construidos de una manera mutuamente excluyente abordan una dimensión específica del fenómeno bajo investigación y, en cohesión, miden todo el fenómeno. Aquí, durante el análisis, las puntuaciones de todos los ítems del cuestionario se combinan (suma) para generar una puntuación compuesta, que lógicamente en su totalidad mide un rasgo unidimensional.
A veces, el interés principal del investigador no es sintetizar la postura de los participantes en sí, sino capturar los sentimientos, las acciones y la opinión pragmática de los participantes sobre cuestiones mutuamente excluyentes en torno a los fenómenos en estudio. Este hecho exige el análisis individual del elemento para determinar el grado de acuerdo colectivo de los participantes sobre ese tema.
La validez de la escala Likert está impulsada por la aplicabilidad del tema en cuestión; en el contexto de la comprensión de los encuestados y juzgado por el creador del elemento de respuesta. Podemos apreciarlo con un ejemplo: "¿Qué tan eficaz es una modalidad terapéutica en el tratamiento de una enfermedad en particular?"
Cuando se hace esta pregunta a un grupo de individuos, indiferentes a la enfermedad o la modalidad, el patrón de respuesta puede permanecer similar, independientemente del número de puntos en la escala. Las respuestas pueden agruparse alrededor del centro o hacia los extremos. Por el contrario, cuando el tema en cuestión es relevante para la disposición del contexto de los encuestados de más opciones, puede agregar al contenido y construir la validez de la escala.
Brindar opciones más cercanas a la visión original del encuestado reduce el papel de la ambigüedad en las respuestas. Además, la comprensión de todos los ítems y puntos en una escala necesita un tiempo de juicio y un lapso de memoria diferente para cada uno de los medios y también depende del modo de comunicación.
