¿Cómo vas con la tesis? Es una pregunta que muchos universitarios enfrentan tras terminar sus estudios de pregrado. Las tías, los amigos, incluso los jefes, suelen hacer ese horrible cuestionamiento, que para muchos es una tortura que siempre les ronda en la cabeza, y más si se acerca el límite de entrega.
Más que ver a la tesis como un mero documento académico que separa tu vida escolar de la profesional, se debe considerar como un documento que te permitirá demostrar y/o aplicar tus conocimientos y todas las enseñanzas blindadas durante la carrera. ¡Es el proyecto final de la Universidad y el primero de tu vida profesional!
No le temas a la llamada Hoja en blanco, siéntate a escribir. Es una oportunidad para desarrollar una investigación del tema que tanto te apasiona, ¿qué puede pasar? Y para no sufrir al momento de enfrentarte a ese requisito de titulación, aquí van unos consejos.
El tiempo
Reparte tus tiempos para que puedas investigar y escribir sin presiones. Lo ideal es que realices un cronograma para que programes todas tus actividades relacionada a la tesis. Sé ordenado, será difícil a un principio, pero no imposible.
Además, se puede hacer uso de aplicaciones móviles que para organizarte, así avanzas con tesis y no pierdes tu vida social y familiar.
Toma en cuenta que, en promedio, las tesis son de unas 80 cuartillas, así que si redactas al menos dos páginas diarias, al cabo de un par de meses ya tendrás un trabajo digno de presentar a tus sinodales.
El asesor
Elige a un asesor que sienta la misma pasión que tú por el tema que estás desarrollando, así ambos podrán compartir sus ideas y él podrá recomendarte alguna lectura que quizás a ti jamás se te haya ocurrido revisar.
Recuerda, que el asesor, antes que ser tu amigo, es un profesional que deberá exigir en cuanto empieces a fallar o a olvidarte de tus objetivos. Y no tengas miedo en exigir su apoyo, en todo caso puedes recurrir a una ayuda externa o experto que pueda orientarte.
Revisa tus fuentes
Ya venciste a la hoja en blanco, ahora tendrás que enfrentar al monstruo de las citas. Y no, no se trata de esas citas a ciegas o de enamorados, al contrario, en muchas ocasiones pueden ser causantes de severas sanciones, al menos que seas el presidente de México.
Asegúrate de estar citando las fuentes y de la forma en que lo establece la Universidad, en muchos casos es en formato APA, aunque también puede ser Vancouver o Chicago. Es preferible que se revise libros en lugar de internet, aunque ya hay páginas especilizadas (como Scielo) que te permite acceder a investigaciones confiables. Además, también hay aplicaciones que te permite tener tus referencias bibliográficas en orden.
¿Es bueno ambicionar?
Al momento de elegir tu tema de investigación es preferible que éste sea acorde a tus posibilidades, tanto bibliográfica, económica como de motivación. Como bien lo menciona Cultura Colectiva, "para tener éxito basta con un trabajo de investigación bien desarrollado en el que abordes el tema correcto a partir de la estructura indicada".
Recuerda, la tesis es tu momento para demostrar que tienes la capacidad para responder a una determinada interrogantes, con el uso correcto de fuentes, datos y bibliografía.
No te frustes
No te frustes si todos tus borradores te los regresan llenos de correcciones, solo corrígelos y piensa que es para que tu trabajo sea de calidad. Pronto verás que conforme avanzas con tu trabajo las correcciones también disminuirán.
Además, para no terminar cansado del tema ni te sea "pesado", debes elegir un tema que te guste mucho, no importa lo descabellado que éste le parezca, si hay una forma de justificarlo y desarrollarlo no habrá ningún impedimento para termines el proyecto con el que te titularás.
Bueno, ya te dimos algunos consejos ahora es será tu disposición y capacidad de organizarte el que permita que termines tu tesis; aprovecha tus seminarios de titulación, muchas escuelas los brinda como materias obligatorias. Recuerda que si es difícil escribir tu tesis durante tus últimos semestres, será aún más complicado encontrar un momento de tu día para avanzar cuando ya estés trabajando.